De regreso, una vez más


Hace ya algo de tiempo desde la última vez que me atreví a escribir algo... han pasado muchas cosas y como siempre unas buenas y otras no tanto.
La buena es que cumplí otro año de edad lo que me obliga a ser más reflexiva de lo que ya soy y también mas terca como si no fuera ya suficiente.
Para mi suerte o desgracia sigo siendo perfeccionista y mandona aunque siempre analítica para tratar de no hacerlo mal.
En fin... soy y no soy muchas cosas desde la entrada pasada.
Otro semestre de la carrera y no me acabo de enamorar y mucho menos de enojar... y claro que es por lo que les acabo de contar y porque tengo mucha sed de hacer cosas y me frustran los obstáculos sin sentido, pero que tarde o temprano tengo que aprender a esquivar.
Tengo por supuesto nuevas inquietudes para variarle un poco a mi ya larga lista... nuevos artistas, nuevos lugares, nuevos anhelos, nuevos amigos, nuevo todo!
Creo que nunca me imaginé estar parada donde estoy en estos momentos y hace poco hacía la reflexión, creo que no queda mucho de esa mujer que fue a la entrevista para ingresar a la universidad de sus sueños... en esos momentos me enojé por lo que consideraba observaciones absurdas y ahora que miro atrás me doy cuenta de que la absurda era yo, ja! algo despistada y con falta de argumentos que hoy me parecen de lo más lindo y que constantemente me gusta cultivar.
Lo que me consuela es que desde el momento que decidí elegirla hasta el momento de la entrevista e incluso después nadie me iba a detener para conseguir entrar, y lo hice aunque no me quede al final... es algo curioso como uno cree tener todo planeado y de repente la vida nos cambia en un minuto.
Ya se que suena irónico que yo diga todas esas cosas, yo que siempre me jacto de ser una persona orgullosa aunque sea en un grado mínimo, porque no puedo negar que para las cosas que me apasionan actúo de esa manera y a diferencia de otras situaciones, suelo reflexionar muy al final e incluso me vuelvo a molestar porque siempre quiero tener la razón, pero quién no!?
En mi cabeza y en mis oídos sigo recibiendo bombardeos de Europa... creo que se ha convertido en una fijación y de verdad que ya no puedo dejar de ansiar el momento en que me vea caminando por esas calles, conviviendo con la gente, saciando mi paladar con delicias, conociendo lugares y sobre todo aprendiendo que es lo que más quiero hacer.
Tengo tantas ganas de vivir esa experiencia y de verdad que trabajo duro para lograrlo... de nuevo vienen recuerdos a mi mente de cuando era una adolescente sin ambiciones y me arrepiento de no haber tenido esas ganas en aquellos días... supongo que por algo son las cosas y quizás no estaba lista.
Cierro los ojos y me pierdo, me meto en mi cabeza y sigo viendo aquellas imágenes que quisiera fueran más que ilusiones... pero el tiempo es sabio y no se equivoca, quiero pensar que no se equivoca.
Esas imágenes pasan rápido y creo historias a la par de mi propia historia, me gusta, es curioso cómo actúa la mente y le gusta jugar con las ideas.
Yo vivo de esas ideas, esas ideas me llenan y me acompañan a todas partes... a veces siento que yo misma me esmero en vivir en ellas y las llevo a mi realidad.
Tal vez no sea bueno pero no me importa, claro que no me importa... sería una tonta si me importara y me dedicara a guardarlas en un cajón bajo la almohada.
Me gusta dejarlas salir y tomarme el tiempo de vagar por la vida tomada de su mano... quiero tantas cosas que a veces siento que las toco con la punta de los dedos y me desconcierta tener que esperar.
Quiero lujos mundanos y riqueza espiritual... no me avergüenza decirlo ni me avergüenza quererlo... todo mundo sabe que así soy yo.
Me gusta leer el mundo entre líneas y desgajarlo por placer.
Puedo sonar presumida pero porque negar lo que me hace feliz? no tengo que complacer a nadie con mis deseos ni con mi pensamiento.
No suelo ser como antes que reprimía lo que brotaba de mí y lo posponía para mi propio gozo.
No me importa si a la gente le molesta que me sienta plena como soy y que quiera reinventarme cada que se me antoje... me alimenta su molestia y me alienta a sacar más de mí... y no para hacerlos rabiar sino para añadirle más perlas a mi vida.
Si mi cabeza no me dejara en paz, mis manos no tocarían al son que les mando y mis pasos serían sordos al caminar... ¿que sentido tendría nuestra vida si no tomáramos decisiones?
Probablemente seríamos patéticos esclavos del ritmo, pero del ritmo cansado y tedioso... espera y respira... ya lo somos.
La clave está en romper la barrera del ritmo y comenzar a escribir nuestra propia música sin reglas ni límites y aunque parezca difícil solo basta con apagar las luces y dejar salir nuestra esencia.